Las superficies expuestas a ambientes industriales, pueden sufrir en muchas ocasiones de algún daño debido a diferentes factores; puede deberse, por ejemplo, a que se trabaja con materiales químicos cuyos vapores afectan a los elementos que se encuentran en el entorno, o a que se produzcan rozaduras e impactos durante el movimiento de cargas, por poner solamente dos ejemplos. Para avanzarse a estas situaciones y evitar que estos factores de exposición degraden las superficies, tanto de maquinaria como de elementos estructurales, se utilizan ciertos productos protectores que pueden aplicarse en metales, plásticos y maquinaria industrial. Estos recubrimientos son lo que llamamos pintura industrial, y en las siguientes líneas hablaremos de sus principales usos y funciones.
Antes de explicar para qué se usa exactamente la pintura industrial, cabe añadir que existen diferentes tipos. En Dionisio Bonet, por ejemplo, trabajamos tanto con la pintura en polvo como con la pintura líquida. Estos tipos de pintura industrial se utilizan en función de determinadas finalidades, pero lo que es seguro es que ambas ofrecen un acabado profesional y de calidad que requiere cualquier industria.
Los fines de la pintura industrial son muchos y variados. Sin embargo los más importantes son los siguientes:
- Proteger ante la corrosión, contra productos químicos, fuego y elevadas temperaturas, abrasiones y cualquier otro tipo de incidencia física o química a la que esté expuesta la superficie tratada.
- Proporcionar a la pieza de un revestimiento que permanezca inalterado ante impactos fuertes, golpes, rascaduras, etc.
- Resistir la humedad, sobre todo cuando los productos están expuestos a ambientes marinos, industriales o de gran concentración de humedad ambiental.
- Anclarse y fijarse adecuadamente en superficies con dificultades de adherencia, sobre todo para no provocar accidentes y problemas en el proceso de producción.
A parte de todas estas funciones prácticas, las pinturas industriales también pueden proporcionar a las piezas diferentes acabados estéticos. Por ejemplo, se puede optar por un acabado con diferentes grados de brillo, dando a la pieza un aspecto superficial de gran calidad. Pero no es el único, la pintura industrial también nos permite aplicar texturas diversas para que el acabado sea único y siga los requerimientos deseados por el cliente.
Dependiendo de la protección y el acabado que necesiten las piezas, se elegirá un tipo de pintado u otro. Si quiere saber más sobre las posibilidades de la pintura industrial o sobre los servicios que le ofrecemos en Dionisio Bonet, puede ponerse en contacto con nosotros.
